Innovación, imaginación, reciclaje, arte, música… hacen de los bares de ruina o ruinpub de Budapest una experiencia sorprendente, divertida e imprescindible.
Hace algo más de 10 años, artistas emprendedores y visionarios decidieron transformar el interior de antiguos edificios abandonados. Por eso, tras los muros mugrientos, ajados y con ventanas tapiadas de antiguos almacenes, fabricas o tiendas del Barrio Judío de Budapest puedes encontrar los bares más divertidos y originales que puedas imaginar.
Es ese aspecto exterior ruinoso lo que ha dado a estos lugares de ocio la curiosa denominación de “bares de ruina”. Pero es, sin duda, su interior lo que les ha proporcionado la fama e incluido entre las visitas necesarias en Budapest.
La decoración de estos bares de ruina es tan variada, tan ecléctica y peculiar, que resulta realmente complicado tratar de describirla. En un bar de ruina te puedes encontrar cualquier cosa. Literalmente cualquier cosa. Un bosque, real o pintado; un mercadillo; obras de arte contemporáneas; el armario de la abuela y la chaqueta del abuelo; un coche, una bici o varias motos. Son tantas, tan curiosas y la variedad es tan amplia , que es mejor no imaginarlo y dejar que te sorprendan una y otra vez. Porque te garantizo que los bares de ruina te van a sorprender. Son mucho más que bares. Son centros culturales, donde la música es tan protagonista como el arte que decora cada uno de los rincones. También, en muchos casos, son albergues. Lugares donde puedes pasar varios días y divertirte descubriendo cada habitación y cada estancia.
Sin duda, debes comenzar por el Szimpla Kert (calle Kacinczy 14), uno de los primeros bares de ruina de la ciudad, convertido ya en un clásico. Tampoco te puedes perder el Instant (Nagymezo 38), donde el arte se esconde en cada rincón y te invita a descubrir mientras te tomas una buena cerveza y escuchas buena música.
Si te va el diseño moderno y ecléctico, Budapest también tiene buenos bares de ruina para ti. Puder (Raday 8) es una opción perfecta, diseño vanguardista mezclado con el teatro y la música de disco. El Ankert (Paulay Edeu 33), sofisticado y elegante, es un estilo completamente diferente de bar de ruina, un contraste más que interesante.
Esto no es más que una pincelada, hay tantos y son todos tan diferentes que hay que echarle ganas de divertirse, tiempo y visitarlos todos. ¡Ánimo, es mucho más que una experiencia!
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