Hay muy pocas ciudades en Europa que cuenten con el encanto y la belleza de la pequeña perla del Adriático. Con poco más de 50.000 habitantes y 21 kilómetros cuadrados, la capital de la región de Dalmacia, en la República de Croacia, es una de esas visitas que nunca defraudan.
Aquí te dejamos nuestra galería de imágenes de Dubrovnik en Croacia:
- Catedral
- Las Murallas
- Fuente de Onofrio
- Palacio Sponza
- Fuerte de Lovrijenac
- Fuerte Sant John
- Calle Stradun
Dubrovnik le propone al viajero un auténtico paseo por el pasado. Un pasado grandioso que se refleja en cada uno de los rincones que conforman la Stari Grad o ciudad vieja, declarada Patrimonio de la Humanidad por razones evidentes.
Recorrer las murallas de la ciudad vieja es la mejor manera de vislumbrar todo lo que esta ciudad ofrece. Son casi 2 kilómetros de murallas que datan del siglo XIII e incluyen 5 fortalezas y 16 torres; además regalan algunas de las mejores vistas y muchas de las grandes fotos que se tomaran en Dubrovnik con los rojos tejados de terracota, los blancos edificios y el azul del mar como protagonistas indiscutibles.
Tras las murallas, llega el momento de adentrarse en el corazón de la ciudad. Varias puertas dan acceso a la zona vieja, pero la primera vez es siempre recomendable usar la Puerta de Pile, por ser la más hermosa además de la principal. Nada más cruzar se encuentra la Fuente de Onofrio, uno de los lugares más emblemáticos la ciudad vieja. Esta puerta también llevará al visitante directamente a Stradun. La calle está pavimentada en caliza blanca, cruza de lado a lado la Stari Grad y lleva siendo la arteria principal de la ciudad desde 1468. Hoy es la calle más lujosa y hermosa de Dubrovnik.
Pero antes de pasearla, se recomienda una parada en el Monasterio Franciscano. Éste lleva funcionando desde 1391 y es una de las muestras más emblemáticas del románico de Dalmacia. Su claustro es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad tanto por su belleza como por el ambiente que se respira.
A los lados de la calle Stradun se encuentran un buen número de callejones empinados y estrechos que albergan coquetos cafés, pequeños restaurantes y muchos rincones con encanto. La calle se ensancha en la Plaza de la Luza, el lugar donde todo pasa en Dubrovnik, el centro cultural de la ciudad. Esta plaza está flanqueada por la histórica Iglesia de San Blas, de visita imprescindible. Al igual que el fastuoso Palacio Sponza. Construido en el siglo XVI mezclando los estilos gótico y renacentista, este palacio es uno de los más bellos edificios de la ciudad.
Otro hermoso palacio de visita necesaria es el Palacio del Rector, convertido en el Museo de Historia de Ragusa y el centro del poder político en la ciudad desde su construcción en el siglo XIV. Desde allí, el visitante puede acercarse hasta la Catedral de la Asunción, construida en el siglo XVII , en un estilo barroco, en el mismo lugar donde antes hubo una iglesia románica y antes aún una bizantina. Es el centro espiritual de Dubrovnik desde el siglo VII.
Después de visitar lo más destacado de la Stari Gard, se puede salir por la Puerta del Ploce y encontrarse frente a frente con el Adriático. A partir de aquí, aún queda por descubrir la otra Dubrovnik. El Puerto viejo, la playa de Gradska o la Isla de Lokrum, son solo algunas de las muchas sorpresas que esta ciudad reserva al viajero.