En el valle del río Menderes, en la provincia de Denizli se encuentra uno de los atractivos naturales más espectaculares, reconocible a 20 km de distancia, se trata de Pamukkale, Castillo de Algodón en turco.
Aquí te dejamos nuestra galería de imágenes de Pamukkale en Turquia:
Travertinos de Pamukkale
Y es que la traducción ya nos da idea de lo que nos encontraremos en un espacio que ocupa 2700 m de anchura por 160m de altura. Es blanca y a lo lejos podríamos pensar en la nieve pero nada más lejos de la realidad. A consecuencia de movimientos sísmicos del suelo brotan sutiles arroyos de agua caliente ricos en calcio y bicarbonatos a 35° de temperatura que han solidificado depósitos calcáreos sobre las rocas de la colina y con el tiempo han llegado a crear terrazas en forma de medio círculo que acumulan agua, también llamadas Travertino y además están comunicadas entre sí.
Pamukkale, toda una experiencia
Estando allí es imposible resistirse a quitarse el calzado y chapotear sobre el Travertino. Antes de aventurarme a pisar ese suelo tenía la sensación de que la superficie era deslizante y que iba a resbalar nada más introducir los pies pero como veía que nadie hacía equilibrios pues no me lo pensé dos veces y la verdad es que de resbalar nada, más bien tuve la sensación de caminar sobre piedra pómez . Un momento especial y mágico es sentarse sobre el Travertino y contemplar el crepúsculo.
En la parte más elevada de la montaña se encuentra Hierápolis, antigua ciudad griega que junto a Pamukkale fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1988. Antes de esta fecha se construyeron hoteles que destruyeron parte de los restos de la ciudad santa de Hierápolis, el lugar quedó muy deteriorado pero desde 1988 la situación se revertió y se demolieron los hoteles recuperando el paisaje que había sido.
Difícil describir la sensación que produce Pamukkale cuando se tiene bajo nuestros pies, el mejor consejo es ir y experimentarlo.
