Este gran pan, en sus orígenes, constituyó el dulce de Navidad típico de Milán. En poco tiempo se difundió la costumbre y en la actualidad no se concibe la Navidad en Italia si en la mesa navideña falta el panettone.
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La palabra panettone aparece por primera vez en 1814 en el Vocabolario milanese-italiano, escrito en cinco volúmenes por el erudito Francesco Cherubini. El panettone es un dulce sencillo de preparar elaborado con ingredientes accesibles.
Historia del Panettone
Los primeros documentos hallados que atestiguan que en las fiestas religiosas, sobre todo en Navidad, se comía un pan especial, son del siglo XI. En ellos se narra que en los días de fiesta las familias se reunían junto al hogar adornado y el cabeza de familia cortaba un pan grande a rebanadas. La corteza se apartaba y guardaba, pero se le atribuían poderes curativos, especialmente para el dolor de garganta. Esta versión del pan grande y su solemne ritual se acerca mucho a lo que mas tarde se llamaría panettone.
La primera referencia escrita del panettone es del escritor y periodista Pietro Verri en el siglo XVIII. donde en un artículo se refiere a pane di tono.
No se tiene certeza sobre el origen del panettone. Circulan varias leyendas que tratan de relatar el nacimiento del panettone, una de ellas nos dice que sobre 1490 el joven aristócrata Ughetto Atellani de Futi se enamoró de la hija de un pastelero milanés. Como demostración de su amor suplantó la identidad de aprendiz del pastelero e inventó un pan azucarado a base de frutas confitadas. Los habitantes de Milán solicitaban en la pastelería el “pan de Toni”, nombre como se llamaba el aprendiz.
Otra de las leyendas se sitúa en el siglo XV en una nochebuena de Milán en la corte de Ludovico El Moro. Al parecer el postre preparado por el cocinero salió del horno quemado. Afortunadamente un lavaplatos, de nombre Antonio, había guardado las sobras para ya en su casa amasar un pan dulce. Ante la situación en que se encontraban, Antonio propuso servir su pan al Duque. El postre gustó tanto que se decidió llamarlo “Pane de Toni”, con el tiempo derivó en panettone.
Panettone di San Biagio
Hoy en día aun se conserva la tradición del panettone di San Biagio relacionada con el panettone. Muchas familias milanesas siguen todavía la costumbre de guardar un panettone navideño hasta el día de San Blas, el 3 de febrero. La voz popular dice que quien come de este panettone guardado durante tanto tiempo, cuya corteza está ya seca y dura, se librará durante todo el año del dolor de garganta, el cual es muy frecuente durante el largo y nebuloso invierno del norte de Italia.
El éxito ha sido tal que ha traspasado fronteras y cada vez es más habitual celebrar la navidad con el panettone sin necesidad de hallarse en Italia en esas entrañables fechas. Tanto si se compra como si no hay que probar el panettone.
