Vilna, el mayor casco antiguo barroco de Europa

Vilna es la hermosa capital de Lituania y aunque no tiene la fama de sus vecinas Tallin o Riga, puede presumir con orgullo de tener el mayor casco antiguo barroco de todo el continente, motivo por el que, además, tiene la condición de Patrimonio de la Humanidad.

Aquí te dejamos nuestra galería de imágenes de Vilna:

Vilna está poblada por algo más de medio millón de personas, es la ciudad más grande del país y el centro administrativo, político y cultural. También cuenta con un maravilloso casco histórico con más de 1.500 edificios de mas de 500 años de antigüedad. Aunque predomina el barroco, no es el único estilo, también es sencillo encontrar preciosos ejemplos de arte románico o renacentista. Además de sus hermosas calles, Vilna también es una ciudad viva, cosmopolita y moderna que sabe como satisfacer al turista sea lo que sea lo que busque.

Que ver en Vilna

Comenzamos cruzando la Puerta del Alba, la única de las diez que daban acceso al casco viejo que permanece en pie. Al cruzar, nos encontramos con la Capilla de la Bienaventurada Virgen María, lugar de peregrinación para los católicos del país. Una vez dentro, lo mejor es perderse sin rumbo, dejar que tus pasos te vayan conduciendo a través de calles y plazas por las que parece que no ha pasado el tiempo. Como si de una búsqueda del tesoro se tratase, debes encontrar lugares como la Plaza del Ayuntamiento, la Iglesia Ortodoxa del Espíritu Santo, la Universidad, la Calle de la Literatura, la Casa de los Signatarios o la Iglesia Ortodoxa de Paraskeva, y esto por mencionar solo algunos de los lugares hermosos del gran casco antiguo de Vilna.

De la ciudad histórica pasamos a la visita por la Vilna más transgresora, la República de Uzupis. Este pequeño barrio decidió en 1997 declararse independiente del resto de la ciudad y establecer sus propias normas de convivencia. Al inicio era un barrio un tanto decadente, pero hoy reina un ambiente bohemio entre cafés y galerías de arte, por donde es un placer perderse. Merece la pena detenerse a leer su constitución, expuesta en Paupio gatve y más que curiosa.

Seguimos la visita con la Vilna más moderna, la que se conoce con Ciudad Nueva. La Plaza de la Catedral es el inicio de la ciudad nueva. A partir de aquí, las pequeñas calles del casco antiguo se transforman en grandes avenidas arboladas, sembradas de palacios e iglesias. Partiendo de uno de los emblemas del país, la Catedral de Vilna y después de haberse quedado impresionado tanto con su fachada como con la Capilla de San Casimiro, se puede tomar la avenida Gedimino Prospektas, la más elegante de Vilna. Es más de un kilómetro y medio pasando por la puerta del Teatro Nacional de Lituania y sus Tres Musas o visitando el Gedimino 9, un edificio histórico transformado en centro comercial.

El Gueto de Vilna

Dos últimos apuntes para tener una visión completa de Vilna: el Museo de las víctimas del Genocidio, situado en el antiguo edificio de la KGB, está dedicado a los miles de lituanos que fueron deportados, encarcelados o asesinados durante la ocupación soviética tras la Segunda Guerra Mundial. Impresionante a la vez que imprescindible. Lo mismo sucede con el Museo de Holocausto, situado en una casa típica de madera este museo da cabida al dolor y el horror de todo un pueblo.

Si a todo lo que Vilna puede ofrecer, le añadimos el encanto de una capital europea que aún no ha sido conquistada por el turismo masivo, el resultado es la escapada perfecta.

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