Únete a este delicioso tour y adéntrate en los distintivos tonos de color miel que dan color a la Cartuja de Sevilla. Al pasar por las imponentes puertas de este antiguo monasterio, la historia de los días pasados se despliega ante tus ojos. Cuenta la leyenda que en tiempos de la dominación musulmana la arcilla de los muros era extraída de diversas cuevas y túneles, de las que siguieron cavando y cavando hasta que se les apareció la Virgen de las Cuevas. En su honor fue erigida una capilla y más tarde, en el siglo XIV, los monjes franciscanos construyeron en ese mismo emplazamiento el monasterio que hoy visitamos. Podrás admirar la hermosa iglesia, su cúpula y sus diversas capillas para luego darte un paseo por el lago y el bonito jardín amurallado, repleto de naranjos y árboles frutales, donde te contarán cómo Cristóbal Colón planificó se segundo viaje a América mientras se alojaba aquí. También cómo los monjes fueron saqueados y expulsados durante las Guerras Napoleónicas para acabar regresando más tarde. La turbulenta historia de este lugar sigue en 1840 cuando el monasterio, ahora abandonado, fue comprado por el inglés Carlos Pickard. Él convirtió el monasterio en la fábrica de cerámica de la Cartuja, de fama mundial, que produjo refinadas piezas de porcelana y cerámica durante los siglos XIX y XX. La fábrica de cerámica fue trasladada y la Cartuja se convirtió en la sede de la Expo 92, el año de celebración de los 500 años del primer viaje de Colón.
Cuando hayas acabado, podrás relajarte y reflexionar sobre todo lo que has visto mientras te refrescas tomando algo en el delicioso café que hay a orillas del lago.