San Sebastian, El Peine del Viento

Esta obra del inmenso Chillida gana mucho los días que hay temporal cuando las olas rompen con toda su fuerza contra las esculturas.

Donostia es una ciudad que obligatoriamente se debe visitar una vez ido a Gipuzkoa. El peine de los vientos es una peculiar mezcla entre la naturaleza y el arte donde no se puede con certeza separar el uno del otro.

Estuvimos este verano en San Sebastián, bonita ciudad. Fuimos a ver estas esculturas de hierro. Están incrustadas en la roca, fue maravilloso darse un paseo por Ondarreta y nos detuvimos un buen rato a disfrutar de la integración del arte con la naturaleza y observar la fuerza con la que el mar golpeaba la creación del artista...

Maravilloso,espectacular, sin igual, no hay adjetivos para calificar este lugar, bonito, ofrece además vistas maravillosas de la bella perla del cantábrico, San Sebastián, lugar especial para reencontrarse uno mismo, para encontrar la calma, para pensar, para relajarse escuchando el mar susurrando entre el hierro forjado de la escultura más conocida del donostiarra eduardo chillida. Es un lugar único.

Precioso¡¡¡ Lo ves de lejos y parece que no dice nada. Te acercas y de repente sientes el viento, el agua, las rocas y el hierro fundidos en una simbiótica combinación. Lo mejor dejarse despeinar por el viento y pasar un buen rato sentado/a en este lugar casi mágico. Imprescindible llegar caminando, San Sebastián es una ciudad ideal para pasear y disfrutar de sus contrastes, de sus colores, de sus playas, de sus edificios, de la comida, de sus paisajes.

Hola. Conozco bien el lugar, el entorno natural de una belleza espectacular¡¡¡¡ La obra allí expuesta, lo siento "una moñiga".

Felicidades por el articulo, como donostiarra añado que es un maravilla tener lugares como este tan cerca de casa. Es una auténtica maravilla poder disfrutar de obras escultóricas como esta al aire libre, poder ir al anochecer, fotografiarlo, ver a los más pequeños divertirse con los chorros de agua que salen por los agujeros del suelo cuando la mar está revuelta. El Peine del Viento, San Sebastián, es un encanto de ciudad. Llena de rincones aún por descubrir.

El lugar tiene magia. A lo lejos las esculturas no llaman la atención pero a medida que te acercas la cosa va cambiando. Una vez que llegas a encontrarte con ellas se percibe una cierta armonía del hierro incustrado en las rocas con el viento y el agua. Todo encaja en el entorno.