Todos hemos soñado alguna vez con el paraíso. Hemos soñado con playas de arena blanca y aguas turquesas, con paseos entre montañas y pequeñas calas solitarias. Normalmente nos imaginamos nuestros paraísos a miles de kilómetros, en destinos lejanos y exóticos; sin embargo, todo aquello que soñamos lo tenemos a escasamente una hora de avión.