La ciudad marroquí de Asilah atrae numerosos turistas cada año. En gran parte debido a sus bellísimas playas, encantadores atardeceres, concurridos mercados, su asombrosa gastronomía y la hospitalidad de su gente. Veamos más sobre ella.
Nuestro vecino del sur. Tan cercano y tan distante, tan próximo y diferente. Un vecino hospitalario y abierto, deseoso de enseñarnos su cultura, ofrecernos su gastronomía y brindarnos sus paisajes. Cómo no visitar Marrakech, una ciudad mágica y electrizante que enamora a todos y cada uno de sus visitantes. Cómo no disfrutar de una experiencia tan increíble como dormir en el desierto del Sáhara y vivir un amanecer o un anochecer cómo nunca has soñado.
Las históricas Fez y Mequinez, con sus zocos y sus palacios; la encantadora Esauira, con su medina centenaria y sus kilométricas playas; la Garganta del Todra y las Cascadas de Ouzoud, parajes naturales que sorprenden y enamoran a partes iguales.
Por todo esto, por sus colores, por sus gentes y sus cultura, ¡Marruecos hay que vivirlo!
Ouarzazate, la puerta al Sahara
A los pies del Atlas marroquí, en medio de espectaculares valles que contrastan con las grandes dunas de arena donde el Sahara empieza a abrirse paso, se encuentra Ouarzazate. Ciudad tranquila y silenciosa que por sus edificaciones ha sido inmortalizada en cintas como Gladiator y es una parada obligatoria en la Ruta de las Mil Kasbahs.
El Sáhara: silencio, estrellas y camellos
No eran las seis y ya tenía los ojos como platos. Me sentía como una adolescente, nerviosa e inquieta, deseando que pasaran las horas. A mi lado Mario dormía plácidamente y yo hacía verdaderos esfuerzos para no moverme mucho y despertarlo, pero lo cierto es que sentía como que la cama me pinchaba.
Fez o el placer de pasear por un monumento vivo
Hay ciudades por las que no pasa el tiempo, ciudades donde han sabido conservar todo el encanto de la vida y las costumbres de antaño. Fez es un gran ejemplo de ello. A la sombra de grandes ciudades como Casablanca o Marrakech, Fez ha permanecido escondida e inalterable. Pero sobre todo hermosa y monumental, como corresponde a una de las primeras ciudades imperiales de Marruecos.