Alejandría, fundada en el año 331 a.C. por Alejandro Magno, lleva más de dos mil años entre aguas. Al frente, el Mar Mediterráneo, a la espalda, el Lago Mariout y en medio, una de las ciudades con más historia del mundo en la ribera del río más célebre de la historia, el Nilo.
Ouarzazate, la puerta al Sahara
A los pies del Atlas marroquí, en medio de espectaculares valles que contrastan con las grandes dunas de arena donde el Sahara empieza a abrirse paso, se encuentra Ouarzazate. Ciudad tranquila y silenciosa que por sus edificaciones ha sido inmortalizada en cintas como Gladiator y es una parada obligatoria en la Ruta de las Mil Kasbahs.
Kinsasa, cuna del arte africano
Viajar a la República Democrática del Congo es toda una aventura. La riqueza natural de este enorme país abarca todo tipo de paisajes y ofrece al viajero grandes volcanes, selvas frondosas, hermosas montañas, ríos salvajes e impresionantes cascadas, todos ellos poblados de vida y emociones. Vale la pena decir que es uno de los pocos lugares del planeta donde aún podemos ver gorilas en libertad. Todo un privilegio. Son muchas las razones para atreverse a visitar el Congo Belga y una de ellas es, sin duda, su capital.
Pretoria, cuna de la historia de Sudáfrica
Pretoria es la capital administrativa de Sudáfrica y está situada a poco más de 60 kilómetros de Johannesburgo. Aunque no está incluida en las rutas habituales por el país o quizá precisamente por eso, la ciudad es una visita indispensable para los viajeros que quieren conocer la verdadera cara de la Sudáfrica cultural, cosmopolita y moderna.
Nairobi, capital del África de los contrastes
Nairobi es una ciudad de contrastes. El centro, con sus rascacielos, hoteles y restaurantes de lujo tiene todo los elementos de una ciudad moderna aderezada con ese aire africano tan especial y diferente. Más allá del centro, la otra Nairobi de barrios y casas humildes. Ambas son las dos caras de una misma ciudad y son una metáfora perfecta no solo de Kenia, también de muchas otras partes de África.