Pretoria es la capital administrativa de Sudáfrica y está situada a poco más de 60 kilómetros de Johannesburgo. Aunque no está incluida en las rutas habituales por el país o quizá precisamente por eso, la ciudad es una visita indispensable para los viajeros que quieren conocer la verdadera cara de la Sudáfrica cultural, cosmopolita y moderna.
Se trata de una ciudad segura, sencilla y fácil de recorrer, donde el turista va a disfrutar de algunos de los lugares más emblemáticos de la historia reciente del país. Resulta indispensable acercarse hasta la colina Meintjieskop, donde en 1994 Nelson Mandela tomó posesión en su primer mandato como Presidente de Sudáfrica. Un verdadero hito en la historia de los derechos civiles y el fin de uno de los movimientos más vergonzantes del mundo, el Apartheid.
Además de recordar el insigne momento mientras se observa la enorme estatua que levantaron en su honor, en la misma colina también se puede disfrutar del Union Building. Este conjunto de edificios alberga el gobierno del país y por eso no es posible hacer una visita por el interior, pero los maravillosos jardines, las excepcionales vistas y espacios como el anfiteatro o el Garden of Remembrace convierten en un verdadero placer recorrer esta colina.
Llega el momento del pasear por el corazón de Pretoria, Church Square. Además de ser el lugar donde palpar el día a día de la ciudad, cuenta con uno de los edificios más hermosos del país, el Old Raadsaal. Fue sede del gobierno republicano del Paul Kruger, otro de los grandes héroes del país, padre de la independencia de Sudáfrica. Tanto por dentro como por fuera, este maravilloso edificio renacentista de finales del s.XIX, es una visita que entusiasma a propios y extraños.
Church Street atraviesa la plaza y une el centro de Pretoria con los barrios de la periferia. Es la principal arteria de la ciudad, llena de tiendas, restaurantes, galerías de arte e incluso pequeños centros comerciales. Estrecha y plagada de hermosas casas y edificios, es una de esas calles donde te podrías pasar horas viendo pasar la vida.
Otra de las joyas de la ciudad es el City Hall. Su gran cúpula y el reloj que adorna la torre son una de las estampas mas típicas de la capital. Además está situado en la calle Paul Kruger, otra de las calles que hay que recorrer cuando se visita Pretoria.
Los aficionados a la naturaleza y la historia natural están de suerte en Pretoria, que cuenta con uno de los mejores Museos de Historia Natural del continente. Hay excelentes colecciones de aves, reptiles, mamíferos, esqueletos de animales extintos y una exposición permanente sobre el origen de la vida. Imposible olvidarse de la biblioteca, visita imprescindible.
Pretoria, cuna de la historia de Sudáfrica
Mencionaremos por último, aunque Pretoria tiene mucho más por descubrir, uno de los edificios que más sorprenden de la ciudad, la Melrose House. A finales del XIX se construyó esa casa de arquitectura peculiar. Las paredes de estuco blanco, el hierro forjado, los techos rojos y sus preciosos jardines casi recuerdan al mismísimo Gaudí.
