Nueva York es la ciudad por la que, tarde o temprano, pasa todo viajero que se precie. Es la ciudad de los rascacielos y allí están las calles míticas que tantas veces hemos recorrido en el cine. Se trata de una ciudad brillante, siempre despierta, donde darse el placer de pasear por la Quinta Avenida y subir al Empite State Building o contemplar lo deprisa que pasa la vida desde Times Square.