Según la leyenda, esta emblemática fortificación debe su nombre a los reflejos color dorado que sus antiguos azulejos producían. La torre del oro se convierte en un lugar especial que ver en Sevilla, un rincón imprescindible que visitar.
La Semana Santa sevillana de un nazareno primerizo
La fe nunca ha ocupado en mi vida un lugar preeminente pero lo cierto es que siempre he sentido curiosidad por las fiestas religiosas. Eventos que aúnan tradición, devoción y diversión a partes iguales. La Semana Santa sevillana es, al menos para mi, el gran ejemplo de una fiesta tan familiar, como religiosa y festiva.