Manila es un paso obligatorio en la, siempre fascinante, visita a Filipinas. Además de playas paradisíacas, hermosos parajes naturales y una asombrosa fauna, el país cuenta con una cultura y unas tradiciones que, sobre todo para los nosotros, resultan una mezcla muy curiosa de costumbres de influencia asiáticas y españolas. La capital es un gran exponente de ellas y guardar unos días para recorrerla es siempre una gran idea.