Fez o el placer de pasear por un monumento vivo

Hay ciudades por las que no pasa el tiempo, ciudades donde han sabido conservar todo el encanto de la vida y las costumbres de antaño. Fez es un gran ejemplo de ello. A la sombra de grandes ciudades como Casablanca o Marrakech, Fez ha permanecido escondida e inalterable. Pero sobre todo hermosa y monumental, como corresponde a una de las primeras ciudades imperiales de Marruecos.

Que ver en Fez

Fez tiene la capacidad de integrar sus grandes maravillas arquitectónicas en la vida diaria de una forma natural, casi inconsciente. El mejor ejemplo de ello es la Medina de Fez el-Bali. Esta enorme medina del siglo IX es la medina mejor conservada de todo el mundo árabe y un auténtico monumento vivo. Además, tiene el honor de ser la zona urbana sin coches más grande del mundo y esa es una de las razones por las que perderse en las calles de esta medina es uno de los grandes placeres de la vida.

Caminar sin rumbo para palpar el ambiente y la vida de la medina es imprescindible para entender Fez y su esencia. Tus pasos te llevaran entre centenares de pequeños comercios y hogares humildes, entre animales de carga y ruidosas motos, pero también entre grandes mezquitas, hermosas escuelas del Corán o bellos palacios árabes.

Una de las sorpresas que más impactan en la Medina, son los curtidores de piel. Aún quedan unos cuantos centros donde ver como trabajan y tintan la pieles, en medio de grandes tonas de barro y envueltos en el penetrante olor de la piel muerta. Curioso y apasionante.

La Mezquita Karaouine ha sido  la mezquita más grande de Marruecos desde su construcción hace más de mil años, hasta finales de los noventa, cuando se finalizo la Mezquita de Hassan II en Casablanca. Su impresionante tamaño pasa desapercibido escondido en el corazón de la medina, rodeado de casas y puestos de todo tipo. Lamentablemente no es posible visitarla por dentro, pero sus puertas te invitan a soñar las bellezas que alberga. Si se pueden visitar algunas de las bonitas “madrasas”, como Chahrij Bouinania desde cuya azotea se disfrutan de unas vistas panorámicas de la medina.

Que ver en Fez

Aunque la Medina es mucha medina, no todo es medina en Fez. Merece la pena acercarse hasta el Palacio Real,  aún no pudiendo visitarlo-es residencia oficial del Rey de Marruecos- es un placer de recorrer sus murallas y admirar sus edificios, para luego sumergirse entre zocos y tiendas de artesanía en Fez el Jedid, la otra Fez más allá de la Medina.

Tampoco se puede uno marchar de la ciudad sin visitar El Mellah, el barrio judío de Fez y la judería más antigua de Marruecos. El corazón del barrio lo conforman la Sinagoga IBN Dayan y el precioso Cementerio Judío. Aunque lo mas llamativo de este barrio es el contraste. La arquitectura  del barrio con sus balcones de madera y sus callejuelas, choca de frente con los azulejos y los arcos de las construcciones árabes.

 

Ni de lejos hemos terminado con Fez, aún quedan muchas sorpresas y lugares mágicos escondidos en los rincones, tanto de la Medina como del resto de la ciudad, solo hay que tener el tiempo y la energía como para lanzarse a descubrirlos.

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