Viajar forma parte de la esencia del ser humano, nuestro afán por descubrir y aprender es parte de nuestra naturaleza. La Historia de la Humanidad está repleta de grandes viajes y valientes viajeros: Alejandro Magno, Marco Polo, Colón o el Dr. Livingstone, que han marcado un antes y un después en nuestra historia. Hoy somos como somos porque durante siglos hemos estado viajando.
Afortunadamente en pleno siglo XXI, no tenemos que ser conquistadores, aguerridos guerreros o locos aventureros, ni es necesario que pasemos calamidades para descubrir nuevas culturas. En pleno siglo XXI viajar es un placer al alcance de todos los bolsillos y las opciones son tantas, que siempre habrá algún destino perfecto para ti.
Pero para aquellos que aun dudan que viajar es la sal de la vida, aquí van las 5 razones universales que mueven a todos y cada uno de los viajeros.
La primera razón es obvia, pero no por ello menos cierta. Viajamos porque salir de la rutina es necesario para nuestra salud mental. Romper con el pan nuestro de cada día, con el trabajo, las prisas, el estrés y la vida diaria, es imprescindible para no volvernos locos.
Viajamos porque nos sentimos vivos. Por la emoción, por los nervios, por la ilusión, porque viajar nos aporta sentimientos y sensaciones tan nuestros, que sin ellos, no podríamos ser nosotros mismos.
Viajamos porque hay lugares que nos encantan. Todos soñamos con esos lugares que nos llegan al corazón. Tal vez la playa o el pueblo de nuestros padres, una escapada a la montaña o un largo viaje a algún destino exótico. Cada uno tenemos un lugar en nuestra mente y todos queremos llegar allí en algún momento de nuestra vida.
Viajamos porque queremos compartir momentos especiales con personas especiales. Bien sea la persona o personas con las viajas o bien sea aquellos que conoces en el camino, en cualquier caso, viajar nos acerca a aquellos que son o serán importantes para nosotros, ofreciéndonos momentos diferentes y experiencias nuevas para compartir.
Viajamos porque no necesitamos razones para hacerlo. Porque no tenemos que dar explicaciones ni a otros, ni a nosotros mismos. Todos entendemos que viajar, como comer o respirar, es una necesidad vital y no nos vemos en la obligación de darnos una excusa para planear nuestro siguiente viaje.
En definitiva, viajamos porque nos hace felices. Porque viajar ofrece tantas posibilidades, que todos somos capaces de encontrar ese viaje que, desde que empezamos a preparar, nos arranca una sonrisa y nos regala ilusión. Ya sea una playa a pocos kilómetros de casa o el lugar que ha visto crecer a nuestros antepasados o ese rincón del mundo que has visto por la tele y te ha llegado al alma o ese país lejano que no deja de atraerte… seas como seas, te guste lo que te guste y sean cuales sean tus sueños, la idea de viajar siempre te dibuja una sonrisa.