Estadio de Delfos, en lo más alto

No hace mucho tiempo estuve en el conjunto arqueológico de Delfos, la visita se realiza en constante ascensión y en cada nivel encuentras  partes de lo que en un tiempo fue una ciudad. En el lugar más elevado, rodeado de montañas, se encuentra el Estadio de Delfos.

La construcción del estadio data del siglo V a.C. y Tiberio Claudio Herodes Ático en el siglo II amplió la pista y añadió un arco triunfal a la entrada. En lo que se refiere a estadios el de Delfos en uno de los mejor conservados de Grecia, con 177,55m. de largo por 25,6m. de ancho y una capacidad de prácticamente 7000 espectadores. Inicialmente cada ocho años y posteriormente cada cuatro años se celebraban los Juegos Píticos, que junto a los Juegos de Olimpia, los Juegos Nemeos y los Juegos Istmicos formaban parte de los cuatro Juegos Panhelénicos.

Los Juegos Píticos eran consagrados a uno de los dioses olímpicos, Apolo, hijo de Zeus y Leto. Los juegos duraban varios días y al ganador de las competiciones se le obsequiaba con una corona de laurel.

El conjunto arqueológico de Delfos se encuentra a las afueras de la población con el mismo nombre y como fondo tenemos el Monte Parnaso. En 1987 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

La ascensión hasta llegar al Estadio de Delfos hay que tomarla con calma, más si hay niños, pero merece la pena. Llegar a él no tiene pérdida, situado al noroeste del teatro y sobre el Santuario de Apolo o más sencillo cuando nos encontremos en el punto más elevado del complejo arqueológico hemos llegado.

Tan bien conservado como está y con unas muy buenas dimensiones hace que al observarlo reviva escenas de películas de competiciones de antiguas civilizaciones que todos hemos visto en televisión sobre todo en Semana Santa.

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