La capital y ciudad más grande de Suecia es también la única ciudad del mundo asentada sobre más de 24.000 islas. Una ciudad donde el 30% de su superficie está compuesta de agua y otro 30 % son zonas verdes. Por eso Estocolmo se funde con el paisaje, formando una dicotomía casi perfecta. Un lugar bello y sencillo, creado por la naturaleza y modelado por los hombres. El lugar donde han sabido respetarlo todo y de esta forma, pueden disfrutarlo en plenitud.
Pero además de haber sabido domar la naturaleza, sin por ello hacer que pierda encanto, Estocolmo es una capital llena de historia y de cultura, que presume de cosmopolita, sofisticada y moderna. En definitiva, Estocolmo es la ciudad donde nos gustaría vivir.
¿Que Ver en Estocolmo?
Cuando llegas a Estocolmo tu primer destino debe ser la Ciudad Vieja, conocida como Gamla stan, ciudad entre los puentes. Es el corazón de la ciudad y uno de los paseos más bonitos de Europa. Este casco antiguo, mitad medieval mitad renacentista, data del siglo XIII y coincide con los orígenes de la ciudad. Perderse por sus estrechas calle empedradas buscando la Catedral, el Museo Nobel o la estatua de San Jorge derrotando al dragón, forma parte de toda visita a Estocolmo.
Sin salir de la ciudad vieja nos topamos con el fastuoso Palacio Real de Estocolmo. Se trata de la residencia oficial de los monarcas suecos. También es uno de los palacios más grandes y activos de Europa. Construido en el siglo XVIII sobre las ruinas quemadas del antiguo palacio, es un magnífico edificio, suntuoso y elegante, que nos transporta hasta las grandes hazañas de la historia sueca. Por cierto, el cambio de guardia (todos los días a eso de las 12) merece la pena.
Muy cerca del centro llegamos hasta el Ayuntamiento de Estocolmo. Un monumental edificio de los años Veinte del siglo pasado. Aquí están, y es posible visitarlos, el famoso Salón Azul y el Salón Dorado. El primero es el salón más grande de toda Escandinavia, además de tener el honor de albergar cada año el banquete posterior a la ceremonia de entrega de los Premios Nobel. El segundo tiene uno de los mosaicos más bellos y sorprendentes de todo el norte de Europa, formado por más de 18 millones de fichas. También permite el lujo de subir a la Torre de las Tres Coronas, que con sus 106 metros de altura ofrece una de las panorámicas más bonitas de todo Estocolmo.
El Museo Vasa, un buque que data de 1628 , que naufragó en su primer viaje y fue rescatado más de 300 años después para convertirlo en uno de los museos más visitados de Estocolmo; el Museo al aire libre de Skansen, donde puedes no ya conocer, sino vivir las tradiciones suecas y pasar un rato divertido; o la preciosa iglesia de San Nicolás, son solo algunos de los ejemplos de todo lo que tiene esta ciudad para ti.
Pero lo que no puede faltar es tu visita a Estocolmo es tratar de cruzar los 57 puentes de la ciudad, darte un paseo en barco y disfrutar de algunas de las miles de islas que la forman y entender como el agua da forma y vida a esta ciudad.
