Fiesta del Corpus de Sitges

Como cada año Sitges engalardona sus calles con alfombras florales que dan color y olor a tus paseos por el centro de esta localidad costera situada a menos de 40 km. al sur de Barcelona atravesando las costas de Garraf.

Declarada Fiesta  de Interés Turístico y Artístico Nacional se celebra sesenta días después de la celebración del Domingo de Resurrección y constituye una de las citas tradicionales con más arraigo entre los sitgetanos. En los días que transcurre la fiesta del Corpus la población de Sitges aumenta exponencialmente debido a los miles de visitantes que se acercan a esta población, muchos de ellos desde Barcelona, para admirar la exposición de Claveles, las alfombras de flores, decoración floral de fachadas y balcones, los Bonsais desde 1991 y Suiseki (es una pequeña piedra que por su forma y color nos recuerda un paisaje o un objeto de la naturaleza).

Exposición de Claveles

El inicio de esta celebración data de 1918 donde los especialistas del cultivo del clavel, Mariano Carbonell y Antoni Clarà organizaron una exposición de sus muestras en el Pabellón del Mar (destruido en el año 1934 a causa de un incendio) y desde entonces cada año se celebran las Exposiciones de Claveles a excepción de los años que duró  de la Guerra Civil y algunos de la posguerra hasta 1950. Actualmente la exposición está ubicada en los jardines de El Retiro y cuando concluye la exposición  se realiza una ofrenda de claveles a la Virgen del Vinyet.

Concurso de Alfombras Florales, Fachadas y Balcones

Esta tradición la organizó por primera vez el Fomento del Turismo de Sitges en el año 1952 y son los vecinos de las calles que concursan los encargados de confeccionar y asumir el coste de los más de 360.000 claveles y otras tantas especies de flores utilizadas para adornar las famosas alfombras florales y los encargados de adornar fachadas y balcones principalmente con claveles y geranios. El ayuntamiento comparte los gastos con los vecinos.

Visitar  Sitges en estas fechas tan entrañables nos muestra un Sitges diferente donde pasear entre sus calles es un regalo para nuestros sentidos. 

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