Que ver desde Huaraz

Huaraz, un paraíso de lagunas en Perú

Luego de haber viajado tres meses por Suramérica y haber visto muchísimas lagunas, creía que ya nada me iba a sorprender en esta materia. Hasta que llegué a Huaraz, capital del departamento de Áncash y base de operaciones para visitar las asombrosas lagunas que reposan en la llamada Cordillera Blanca.

Como es usual en las principales ciudades de Perú, la oferta turística es interminable. Si no tienes el tiempo suficiente para conocer a fondo una región, no queda más opción que seleccionar unos cuantos destinos. Esto ocurre en Huaraz. Yo me la jugué por dos tours de lagunas: 69 y Parón. La primera porque es la más conocida, la había visto mucho en redes sociales de viajeros, y la segunda porque fue la que más me recomendaron los mochileros que estaban por terminar su estancia en Huaraz.

El tour a la Laguna 69 es muy bonito. A las cinco de la mañana hay que salir de la ciudad con destino al Parque Nacional Huascarán, hogar del nevado más alto de todo Perú (6.768 msnm). Es un trayecto de más o menos dos horas en bus y que incluye una parada en la Quebrada de Llanganuco, un desfiladero por donde se entrelazan las lagunas Orconcocha y Chinancocha.

Que ver desde Huaraz

En este punto la vista es alucinante. El color cian de las aguas es a la vez un espejo de las montañas. Veo las fotos y todavía me sorprenden, parece que hubiera sido un sueño del que me quedaron algunos destellos en la memoria. Fue una lástima que este lugar no era el objetivo del tour y por lo tanto fue muy corto el tiempo para disfrutarlo. Nos dieron solo 10 minutos para la foto,  ya que había que seguir la ruta para aprovechar la mañana.

En un lugar llamado Cebollapampa, a 3.900 metros sobre el nivel del mar, comenzamos el trekking hacia la Laguna 69. Fueron tres horas caminando en medio de una vegetación verde que se combina de manera espectacular con los picos blancos de la cordillera.  Debido a la altitud, el cuerpo se agita con facilidad, por lo que es importante mantenerse bien hidratado y, en caso de ser necesario, mascar hojas de coca para reducir el soroche (mal de montaña).

Antes de llegar al pie del nevado Chacraraju, se veía una franja azul brillante que poco a poco iba creciendo. Era mediodía, el sol en plena intensidad, y la Laguna 69 presumía de sus tonalidades turquesa. Todo un espectáculo a 4.600 metros de altura.

Mi segundo tour fue hacia la Laguna Parón. Este no fue muy entretenido en términos de aventura, porque la mayoría del tiempo nos la pasamos en una furgoneta. Hay una parada en el pueblo de Carhuaz, famoso por sus helados artesanales de ron, cerveza y frutas típicas de la región. Son exquisitos.

Después de cuatro horas de viaje, llegamos a la laguna. Aunque la vista desde la orilla es agradable, lo mejor es subir a los miradores. Es un ascenso muy corto, pero que se torna complicado por las enormes piedras que obstaculizan el camino y por la altitud que supera los cuatro mil metros. Pero de verdad que vale mucho la pena. Desde arriba, la laguna parece artificial, como si un artista hubiera mezclado pinturas azules en un tarro gigante y lo hubiese vertido en las faldas de los nevados.

Cuando publiqué un video de este lugar en mi cuenta de Instagram, recibí muchos mensajes de “¡Wow!”. Eran amigos y conocidos querían saber dónde estaba. Varios de ellos ya tienen a Huaraz en sus listas de destinos imperdibles en Suramérica.

X

NOTICIAS RELACIONADAS