En un país como Italia plagado de ciudades espectaculares hay verdaderas joyas que pasan desapercibidas, como la hermosa Milan. Los propios italianos, con la excepción de los milaneses, denostan la belleza de la capital del norte comparándola con la grandeza de Roma o el romanticismo de Venecia. Pero aquellos viajeros que se lanzan a conocerla, no se arrepienten de dedicarle unos días.
Aquí te dejamos nuestra galería de imágenes de Milan:
En la falda de los Alpes se alza la imponente ciudad de Milan. Si solo pudiéramos usar un adjetivo para referirnos a ella, tendría que ser elegante. Una ciudad tan chic como fashion, donde vestir bien es un deporte y salir a lucir el palmito, una obligación semanal. Solo este ambiente, cargado de glamour, ya valen la visita a la ciudad. De hecho, una de las obligaciones para todo turista en Milan es sentarse en alguno de los famosos cafés milaneses a disfrutar del panorama y aprender un poco sobre las últimas tendencias.
Aunque si hay algo que justifique, sin lugar a dudas, pasar por Milan, es la famosa Catedral, Il Duomo. Situada en la plaza de mismo nombre, la preferida por los milaneses para pasear, esta hermosa e impresionante catedral gótica de mármol blanco es una de los templos de culto católico más grande del mundo. Puede albergar la friolera de 40.000 personas y tanto el exterior como el interior de esta catedral merecen, por si solas, el viaje a Milan.
Otras de las grandes maravillas que ofrece Milan es la posibilidad de contemplar, en vivo y en directo, La última cena de Leonardo Da Vinci. Esta obra cumbre del gran maestro del Renacimiento es un fresco situado en el antiguo comedor de los Dominicos, en la Iglesia de Santa Maria delle Grazie.
Cuando de obras de arte se habla, no se puede dejar de mencionar la Galeria Vittorio Enmanuelle II. Se trata de una auténtica joya de la arquitectura a la que se conoce como “el salón”. Dar un paseo por la galería es un verdadero placer y una tentación casi insoportable para quienes sean aficionados al shopping de lujo. Y si eso es lo que se busca, Milan es un verdadero paraíso. El llamado Cuadrilátero de Oro es el mejor de los ejemplos. Un conjunto de calles adoquinadas en el centro de la ciudad donde se concentran algunas de las firmas de moda y joyas más importantes del mundo. Tiendas deslumbrantes en una zona cargada de estilo y solo apta para quienes puedan permitírselo.
Si después de todo el lujo y el glamour de la parte más chic de la ciudad, toca un paseo por la otra Milan. Esa ciudad íntima y maravillosa, repleta de pequeños rincones. La Piazza dei Mercanti es un buen ejemplo. Un plaza medieval, tranquila y silenciosa con dos pequeños tesoros, el Palazzo della Ragione y la Loggia de Osii. Otro Milan diferente es el que rodea los canales, porque también hay canales. Pequeños restaurantes, coquetos cafés, tiendas de antigüedades y lugares donde tomar una copa en un ambiente especial.
Tras estas pinceladas de una ciudad que tiene mucho que ofrecer al que se acerca a ella, ahora es el momento de animarse a conocerla y descubrir los muchos secretos que guarda Milan para los viajeros mas curiosos.