Rapa Nui, el enigma de una cultura milenaria

Hay viajes y viajes. Cuando te gusta viajar cualquier excusa en buena para hacerla maleta. Aunque esta vez, he de reconocer que cuando mi hermana me propuso un viaje a Isla de Pascua, me quedé de una piedra. Las dudas me duraron menos de un minuto. Conozco bien a mi hermana, hemos viajado mucho juntas y sé que nunca elige destinos al uso, pero también sé que nunca se equivoca. Así que, nos fuimos a la Isla de Pascua.

Antes de viajar,  no me quedó más remedio que investigar un poco sobre nuestro destino. Descubrí que mi hermana había vuelto a dar en el clavo y que Rapa Nui iba a ser un destino apasionante, además de un montón de datos curiosos de esta etnia única en el mundo.

He de admitir que tuve que buscar en el mapa donde estaba la isla. Me llevé varias sorpresas. Para empezar pertenece a Chile y una de las lenguas oficiales es el español, lo cual es genial y siempre facilita mucho las cosas. Pero lo que más me impacto fue descubrir  que es una de las islas habitadas más aisladas del planeta. Está en mitad del Pacífico Sur, a miles de kilómetros en cualquier dirección de un lugar habitado.  Son poco más de 160 kilómetros cuadrados en mitad de ninguna parte, con un único núcleo de población, Hanga Roa, y poco más de 5.000 habitantes.

Uno de las cosas que más me sorprendió fue que los Rapanui llevan más de mil años habitando la Isla de Pascua, a la que ellos no llamaban así, para ellos era Te pito o te henua, que se puede traducir como “El ombligo de la tierra”. Y no me extraña, durante más de seis siglos se debieron sentir solos en el mundo;  su pequeño tesoro en mitad del mar debía de ser, efectivamente, el ombligo de todo, aún no sabiendo cuanto abarcaba ese todo.

Se debieron quedar de piedra y realmente sorprendidos cuando en 1722 un navegante holandés llego hasta esta pequeña isla. Fue él quien le puso el nombre  de Isla de Pascua y quien la descubrió para el mundo civilizado. También fue él quien enseño a los rapanui que había algo más allá de su mar.  Lo de Rapa Nui (que significa isla grande) para referirse a la isla y rapanui, para hacerlo a la etnia, se lo debemos a los navegantes tailandeses que frecuentaban la isla durante el siglo XIX.  Lo eligieron porque observaron el gran parecido de la Isla de Pascua con una isla de la polinesia francesa a la que llamaban Rapa Iti (isla pequeña). En cualquier caso, a mi me gusta más Rapa Nui y los rapanuis, que Isla de Pascua y pascuenses.

Viajar a Isla de Pascua

Cuando llegamos a Rapa Nui y con toda esta información rondándome la cabeza, me moría de curiosidad por aprender todo cuanto pudiera de esta exótica cultura. Cierto es que la isla es absolutamente maravillosa, con todo lo que se puede esperar de un paraíso perdido en mitad del Pacífico. Pero aún habiendo vuelto enamorada de la isla y de sus paisajes, han sido sus gentes, los Rapanui, la etnia milenaria que la habita, quienes han causado en mi una mayor impresión.

Desde su forma de vestir o no vestirse- mi madre diría que van medio desnudos- hasta sus mitos y leyendas, pasando por su lengua o sus costumbres, la música o las danzas. Todo en ellos en exótico y diferente, peculiar y único. Yo encontré un parecido lejano con las islas de la Polinesia, de donde se creen que provienen los primeros habitantes de la isla, pero quizá fue porque ya lo había leído antes de ir.

No se sabe demasiado sobre la cultura y la historia de la isla, pero lo que milagrosamente ha llegado hasta nuestros días son los mitos y las leyendas que se encargan de explicar el origen del mundo y de su isla. Aunque su escritura, llamada rongorongo, ha sido imposible de descifrar por los científicos actuales, la tradición oral ha permitido que el culto a dioses como Make-Make –el creador del mundo- llegue hasta nuestros días. También me gustó mucho la leyenda del dios Uoke, aquel que solo con una palanca podía mover la superficie del mundo.

Lo cierto es que toda la historia que se conoce de la isla esta basada en leyendas y en diferentes interpretaciones de las mismas. Los historiadores han terminado dando por buena La leyenda de los siete exploradores, que fueron enviados a las isla para conocerla y buscar un lugar donde el rey Hutu Matua pudiera instalarse, como el relato de los primeros habitantes de la isla. Estos exploradores también debían confirmar que en la isla se podía cultivar el ñame, el tubérculo que constituía la base de su alimentación. También han aceptado, de forma casi unánime, que el rey Hutu Matua existió de verdad y fue el primer rey de los rapanui.

Una de sus tradiciones más curiosas y sorprendentes es la del “hombre pájaro”, el Tangata Manu. Se trataba de una competición de élite entre los guerreros más fuertes y aguerridos que consistía en conseguir el huevo del manutara. Este ave migratoria anidaba en las cimas de los islotes que rodean la isla. Aquel guerrero que conseguía entregar al dios Make-Make un huevo de manutara conseguía para su pueblo la hegemonía sobre el resto de poblados, pero también se condenaba a una vida de soledad y aislamiento.

Conocer Isla de Pascua

Conocer de primero mano como la isla estaba dividida en diferentes matas o tribus, desperdigados en una isla pequeña y venerando a las mismas deidades. Tener la oportunidad de conversar con ellos, con los rapanui del siglo XXI, y ver con qué orgullo te hablan de sus tradiciones y sus leyendas. Compartir con ellos algunas de las muchas danzas. Poder observar mientras las parejas bailan el sau sau, la danza más popular de la isla, o tener la suerte de participar en un bailen colectivo como el oko, el baile de los guerreros. Todo ha sido un verdadero privilegio.

 

Acabo de regresar y me siento como imagino que debían sentirse los exploradores de antaño, conocer a los rapanui ha sido como sumergirse en un isla de leyendas, mitos y exotismo. ¡Una experiencia inolvidable!

 

X

NOTICIAS RELACIONADAS