Esta pequeña gran ciudad boliviana, situada al este del país y a la orilla del río Piraí, es uno de los grandes tesoros a descubrir en Latinoamérica. Es la ciudad más poblada (alrededor de 1.7MM) del país, la mas moderna, cosmopolita y multicultural, además de la guardiana de un patrimonio histórico y artístico, tan apabullante como hermoso. Todo esto en un marco envidiable, rodeada por reservas naturales de indiscutible atractivo. Santa Cruz de la Sierra es, sin duda, la perla de Bolivia.
Que ver en Santa Cruz de la Sierra
La visita a esta ciudad debe comenzar por la plaza 24 de Septiembre, la antigua Plaza de Armas, corazón del precioso casco viejo de Santa Cruz. Esta preciosa plaza colonial alberga algunos de los edificios más bonitos y representativos de la ciudad. La Basílica Menor de San Lorenzo, conocida como La Catedral, es uno de los grandes ejemplos de la belleza de esta plaza. El Cabildo Colonial, la Casa de Gobierno o el Club Social 24 de Septiembre, también en la misma plaza, son los compañeros de lujo de la Catedral y hacen del paseo una auténtica delicia.
Una recomendación: tomar algo en esta plaza al atardecer viendo como se van iluminando los edificios, es uno de esos placeres sencillos que te puede regalar Santa Cruz.
Muy cerca de la plaza está el Edificio Central del Gobierno Autónomo. Se trata de la unión de varias casas, de estilo provenzal, que a pesar de las muchas remodelaciones que ha sufrido, conserva su estilo monumental. También merecen la visita dos casas coloniales, el Altillo Beni y el Altillo Vaca Díez. Ambas datan del siglo XVIII y su perfecta conservación te transporta a tiempos pasados.
La ciudad también cuenta con hermosos ejemplos del estilo Art Nouveau, como el Museo de Historia y Archivo Histórico o el Palace Theatre.
Además y como no podía ser de otra manera en una ciudad de origen colonial, Santa Cruz cuenta con un montón de bellas iglesias. La Iglesia de la Merced, la de San Francisco o la de Jesús el Nazareno, son algunos de los tesoros que encontrar en los paseos por Santa Cruz.
Tampoco se puede dejar de dar una vuelta por los alrededores de la ciudad, como las Misiones de Chiquitos, construidas en el siglo XVI y declaradas Patrimonio de la Humanidad,el petroglifo más grande del mundo en Samaipata o el Monumento Natural de Espejillos, cascadas y pozas rodeadas de una exuberante vegetación y con multitud de caminos y senderos para perderse entre tanta belleza.
Todo esto da una idea de porqué enamora esta ciudad, pero su verdadero encanto esta en sus calles, sus gentes, en la posibilidad de conocer y disfrutar de una ciudad que palpita de vida, de cotidianidad y se precia de ser un crisol de culturas y tradiciones bolivianas.
¡Un destino imprescindible si quieres conocer la auténtica Bolivia!