Río de Janeiro, la cidade maravilhosa

La cidade maravilhosa es como los brasileños llaman a Río de Janeiro. Si para sus propios habitantes resulta maravillosa, para el visitante Río de Janeiro es espectacular, divertida, alegre, monumental y grandiosa. No en vano es ¡una de las ciudades más visitadas del mundo!

Aquí te dejamos nuestra galería de imágenes de Río de Janeiro para que te hagas una idea de lo que vas a ver:

Gran parte del encanto se debe a la privilegiada situación de Río de Janeiro en la Bahía de Guanabara. Aquí los rascacielos de la ciudad de funden con las montañas, los cerros y las aguas del Atlántico Sur de la bahía. Tal y como dicen los lugareños: la ciudad maravillosa.

La ciudad de Río de Janeiro tiene fama mundial por organizar los mejores carnavales del planeta, los Carnavales de Río de Janeiro, pero aunque no te encuentres en esta ciudad cuando se celebran visitar Río de Janeiro es una aventura. Es una ciudad enorme y el solo hecho de tener que elegir qué ver y hacer, puede ser una odisea. Pero si la idea es llevarse una visión completa de la ciudad y sus gentes, hay cinco imprescindibles que deben estar, si o si, en la agenda de todo aquel que visita Río de Janeiro.

Para palpar el ambiente de la ciudad y fundirse entre la alegría y la actividad de los caRíocas, los primero, sin duda alguna, es dar un buen paseo por la Playa de Copacabana o la Playa de Ipanema. O cualquiera de las playas que hay a lo largo de los 80km de costa de Río. Son el escenaRío donde los caRíocas se expresan. Son su lugar de reunión, de ocio, su gimnasio, su restaurante favorito y también el salón de baile. Son un espectáculo.

Tomar el tren cremallera y subir a los pies del Cristo Redentor del Corcovado para contemplar, desde sus 700 metros de altura, Río de Janeiro y la Bahía de Guanabara es un imprescindible. La razón es evidente, solo hay que abrir bien los ojos allá arriba y tratar de grabar en la retina tanta belleza.

Darse una vuelta por los barrios de Lapa y Santa Teresa es, también, absolutamente necesaRío. Es la zona colonial de Río, pero también es su parte bohemia y artística y ,además, está plagado de grandes y pequeñas bellezas, de edificios e iglesias que no dejan indiferente al visitante. La Escalera de Selarón, los Arcos de Lapa, el Convento de Santa Teresa o la impactante Catedral Metropolitana, son solo algunos ejemplos.

No es posible olvidar el centro de Río de Janeiro. El Teatro Municipal, la Biblioteca Nacional o la Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria, son solo una pequeña parte de lo que va saliendo al paso cuando se recorre el centro. Pero no es solo eso, el encanto está en sentir como palpita, como vive este “otro” Río. Lejos de la playa, de la música y el baile, la ciudad sigue con su rutina, ajena al visitante, pero compartiendo con él deliciosos platos y dulces tradicionales en los restaurantes que pueblan el barRío, entre edificios monumentales, museos e historia.

Por último, el  Cerro Pan de Ázucar, sin duda, un icono de la ciudad maravillosa. Hay muchos cerros en Río de Janeiro, pero ninguno como este. Esta gran roca de granito de casi 400 metros de altura es el mirador perfecto tanto para la ciudad como para la bahía y el viaje en el histórico Teleférico del Pan de Ázucar, otro imprescindible.

Después de estas 5 visitas todos los viajeros ya han entendido perfectamente porque Río de Janeiro es sencillamente una cidade maravilhosa.