Tambomachay o Tampumachay, construido alrededor del año 1500 d.C, es uno de los puntos arqueológicos que podemos encontrar en el Valle Sagrado de los Incas.
El nombre procede de las palabras quechuas Tanpu, que significa recinto situado al lado de un camino importante y Mach’ay lugar de descanso. Se halla ubicado a tan solo 7 km de Cusco en Perú y frente a las ruinas de Puka-Pukará, se encuentra a las faldas de un cerro a 3700 metros sobre el nivel del mar sobre el río Tambomachay.
El conjunto arqueológico fue destinado al culto al agua y se encuentra a cielo abierto aunque los cimientos indican que en origen fue un recinto cerrado. El complejo ocupa una extensión aproximada de media hectárea y está formado por cuatro muros o terrazas escalonadas y cada uno de los muros formado de piedras calizas finamente labradas. El muro más elevado del cerro alcanza los 15 metros de longitud y 4 metros de altura y sobre el están construidas cuatro hornacinas simétricas. Al frente los restos nos indican que hubo un torreón circular por lo que se deduce que tenía fines de defensa y comunicación del valle. Lo que más llamativo del lugar son los acueductos y canales tallados en la roca que desembocan en dos cascadas simétricas de agua limpia y clara procedente de manantiales y fuentes termales.
Si te sitúas junto a las cascadas, el sonido del agua y la paz del lugar te transporta a un estado de relajación donde por un momento sientes lo mismo que los incas cuando venían a este sitio.