Dalí, el genial artista surrealista y excéntrico personaje obsesivo en atraer la atención pública vivió la mayor parte de su vida en su residencia de Port Lligat, sorprendente y extraordinaria fue fuente de inspiración para el artista y refugio de su locura surrealista.
La casa de Salvador Dalí se ubica en Port Lligat, pequeño pueblo cercano a Cadaqués en Girona junto a una pequeña bahía y donde el genio vivió desde su regreso de París en 1930 hasta 1982 año que fallece su esposa Gala y se marcha al Castillo de Púbol de donde no volvería nunca más. La casa se conserva tal como se encontraba cuando el matrimonio vivía en ella. El artista muere en 1989 y a partir de 1994 se convierte en Casa Museo Dalí gestionada por la Fundación Gala-Salvador Dalí. La casa, de considerables dimensiones es fruto de la ampliación a lo largo de cuarenta años y es que a partir de la primera construcción Dalí fue haciéndose con varias casas de pescadores y convirtiéndola en una casa laberíntica.
La casa familiar, el taller y el exterior
Al entrar nos topamos con un vestíbulo conocido como Recibidor del Oso , nos da la bienvenida un enorme oso polar disecado repleto de abalorios sosteniendo una lámpara con una de sus patas y junto a él se sitúa el paragüero. Otros espacios de la casa familiar la componen el comedor, la cocina, la biblioteca, el salón de invierno, el salón de relax, el sótano de los trastos, el baño y la habitación de matrimonio.
El estudio de Dalí es una de las estancias más sorprendentes y donde el artista realizó parte de su obra más conocida. La conocida como sala de las modelos donde destaca un busto de yeso de la figura de Nerón.
El exterior ofrece las mejores vistas de la bahía y podemos encontrar hasta una versión de las fuentes de la Alhambra de Granada.
Visitar la casa museo es adentrarse en un mundo surrealista donde cualquier objeto nos sorprende y no te dejará indiferente, siguiente parada el Museo Dalí de Figueras.