¿Recuerdas la película Aterriza como puedas? Esta comedia americana de 1980 narra las peripecias de un vuelo de la Trans American donde los pilotos se ven obligados a abandonar los mandos del avión por indisposición al ingerir comida en mal estado.
Como guión de película nos lo podemos llegar a creer pero en la realidad esta situación no se hubiera podido dar. La seguridad aérea es un tema prioritario y las medidas son estrictas con el personal aéreo a bordo de un avión así como con las empresas participantes en todo lo que tiene que ver con el vuelo. Las empresas responsables del catering son sometidas a controles de calidad tanto en la manipulación como en la elaboración de los alimentos.
El menú a bordo que ingiere el pasajero no es el mismo que el destinado a los pilotos del avión y además no comen lo mismo el piloto que el copiloto. De esta manera se minimizan las posibilidades de sufrir una doble intoxicación que pondría en una situación delicada el vuelo.