Que en cuestión de horas el avión te transporte de un continente a otro es algo con lo que no podían soñar nuestros antepasados pero después de realizar un largo viaje tu organismo suele resentirse en mayor o menor medida, es lo que se conoce como Jet Lag o síndrome de los husos horarios.
¿Qué es el Jet Lag?
Este desequilibrio en nuestro reloj interno se suele manifestar a la llegada al destino con cansancio, fatiga, sentimos sueño durante el día, no podemos dormir por la noche , molestias digestivas, dolor de cabeza y otros inconvenientes y es que nuestro ritmo biológico ha de adaptarse al nuevo horario. Este síndrome no afecta a todos por igual pero si está demostrado que ciertos factores aumentan la intensidad del desajuste temporal. El principal es la diferencia de horas entre el origen y destino del viaje, a mas horas mayor impacto, también es muy importante la dirección del viaje, viajar hacia el este siempre es peor para nuestro organismo que hacerlo hacia el oeste. Otros condicionantes son la edad, el sexo y el estado físico. Mientras que los más afortunados no llegan a padecer el Jet Lag para la inmensa mayoría de nosotros estos desajustes pueden durar desde unas horas hasta varios días.
¿Qué hacer con el Jet Lag?
Si eres de los que lo pasan fatal en la recuperación siempre algo se puede hacer para minimizar los efectos siguiendo unas pautas: antes de comenzar el viaje puedes seguir una rutina con los horarios que te encontrarás en el lugar destino del viaje, durante el viaje no beber bebidas alcohólicas y cada hora pasear por los pasillos del avión, al llegar al destino has de adaptarte lo antes posible a los nuevos horarios sobre todo lo que refiere a la alimentación y sueño.