La Ciudad del Vaticano es uno de los lugares más visitados del mundo. Aún siendo una ciudad-estado independiente, todos la metemos en el mismo saco que la maravillosa Roma, pero la Ciudad del Vaticano guarda tantos y tan hermosos tesoros como para tener una identidad propia.
Aquí te dejamos nuestra galería de imágenes de Ciudad del Vaticano:
Con solo 44 hectáreas de superficie y unos 800 habitantes censados, la Ciudad del Vaticano es el país más pequeño del mundo y posiblemente el que mejor relación belleza por metro cuadrado tiene del mundo. Para conocerla tenemos que ir a Roma.
La Ciudad del Vaticano alberga la Santa Sede, la máxima institución de la Iglesia Católica y esto la convierte en un lugar de peregrinación, casi indispensable, para quienes profesan esta fe. Pero independientemente del Dios en el que se crea o incluso para quienes no creen en ninguno, la Ciudad de Vaticano es, para todos, una verdadera peregrinación por la belleza.
La majestuosa Plaza de San Pedro es quien recibe a los visitantes y siempre quedan satisfechos. Esta gran plaza, con la visión de la basílica, la residencia del Papa y flanqueado por las hermosas columnatas, conforman un gran espacio diseñado para realizar multitudinarios eventos religiosos y que todos los asistentes puedan ver al Santo Padre en la ventana del palacio.
La plaza está presidida por la Basílica de San Pedro, la iglesia más grande e imponente del mundo, además de ser el corazón de la Cristiandad. Este gran lugar sagrado fue construido en la Colina Vaticana, el lugar donde el Apostol San Pedro fue martirizado y enterrado y en su construcción participaron los mejores artistas italianos de la época, entre quienes destacan Bramante, Miguel Angel, Maderno o Rosselino.
Si el exterior es magnífico, en su interior se descubrirá su verdadera grandeza y joyas de una belleza extraordinaria. Para empezar, ¿imaginas un templo que puede dar cabida a 60.000 fieles? Imposible imaginarlo e increíble poder verlo.
Una vez superada la impresión inicial, aún quedan muchas sorpresas. Los mosaicos y el mármol que ocupan la Nave Central aparecen enmarcados por las Virtudes y los 39 santos fundadores. Llegamos a la Nave Epístola donde está situada una de las obras más relevantes de la basílica, la Piedad de Miguel Angel, además de la tumba de Juan Pablo II. La Nave del Evangelio cuenta con numerosas y hermosas capillas dedicadas a Papas y personajes importantes en la historia de la iglesia. Aún quedan elementos tan importantes como la Cátedra de San Pedro o el baldaquino de San Pedro, ambos obra de Bernini, además de la posibilidad de visitar las Grutas y la Necrópolis Vaticana, bajo el suelo de la basílica.
Y por fin, llegamos a la maravillosa y gran cúpula, obra del genial Miguel Angel, que se puede recorrer para poder contemplar de cerca su belleza, solo hay que estar dispuesto a escalar los 551 escalones que la separan del suelo.
Aunque la posibilidad de visitar tan solo la Plaza y la Basílica de San Pedro son una razón más que poderosa, la Ciudad del Vaticano aún tiene un buen número de hermosos tesoros. No se pueden pasar por alto los Museos Vaticanos con una de las colecciones de arte más importantes del mundo donde contemplar obras de los grandes artistas de todos los tiempos. Entre tantas obras hay que destacar las 4 estancias de Rafael, cuatro estancias exquisitamente decoradas por él y la única e inigualable Capilla Sixtina de Miguel Angel.
Como ya hemos dicho, visitar la Ciudad del Vaticano es una peregrinación por la belleza.