Comer en Praga

¡Vamos a comernos Praga!

Hay muchas razones para visitar Praga y la República Checa y una de ellas es, sin duda, su deliciosa gastronomía. Por eso en este post vamos a conocer cuales son los platos que, si o si, tienes que probar, así que… ¡vamos a comernos Praga!

  Aquí te dejamos nuestra galería de imágenes con platos típicos de la República Checa. Hacer click en la imagen para abrirla.

Realmente sabrosa y colorida, la comida checa entra primero por los ojos para después conquistarte por el gusto gracias a un buen montón de platos típicos, riquísimos y copiosos, a base de carnes, verduras y salsas para chuparse los dedos. Si, además, lo regamos con una buena cerveza checa, comer en Praga se va a convertir en un auténtico placer.

Horarios de restaurante en Praga

Horarios para comer en Praga

Antes de sentarnos a comer, está bien saber cómo andan los horarios. Para comer puedes ir casi a cualquier hora, porque casi todos los restaurantes están abiertos todo el día. Para los checos, la hora normal de la comida es entre las doce y la una, que es cuando encontrarás los restaurantes de bote en bote. Si te gusta comer a hora española, no vas a tener problema y será más sencillo encontrar mesa. Pero para la cena no puedes descuidarte. Intentar cenar en Praga después de las nueve y media es más complicado y te puedes encontrar la cocina cerrada, por eso mejor adaptarse un poco más al horario europeo y sentarnos entre las ocho y las nueve.

Platos típicos  checos

También conviene saber que las comidas en Praga constan normalmente de un solo plato, eso sí, las raciones son muy abundantes. Por eso no es muy recomendable pedir un primero y un segundo, o tendrás que dejarte un montón de comida deliciosa en el plato.

Lo que sí es habitual son los aperitivos, aunque son más lo que nosotros llamaríamos tapas, ya que normalmente se sirven en los bares o restaurantes para acompañar la cerveza. Los utopenci, salchichas maceradas con pimiento, cebolla y especias; la tlacenka, un embutido de cerdo con un toque de vinagre y el smazeny syr, un queso cremoso frito y ligeramente picante, son los más típicos y populares. Si siempre apetece una cervecita en Praga, ¿imaginas acompañarla con estas delicias?

Las sopas son uno de los platos estrella en Praga y en toda la República Checa. Y es que en un país donde hace tanto frio en invierno, una sopa apetece siempre. Tienen una variedad enorme de sopas y caldos, pero las más típicas y las que tienes que probar sin duda son la ceská bramborová y la zelnacka. La primera es como la “sopa nacional”, la encontraras en casi todos los sitios y es rica, rica, hecha a base de verduras, principalmente zanahoria, patata y cebolla. La segunda es otro clásico checo, cocinada con col y panceta es el mejor reconstituyente para un largo día de turismo.

Platos tipicos Republica Checa

Ahora vamos con los reyes de la comida checa: las carnes. Cocinan con muchos tipos de de carne, pero el cerdo y la ternera son indispensables. Empezamos con vepro-knedlo-zelo, considerado el plato nacional de la República Checa. No es ni más ni menos que cerdo asado con pasta y col, y no podrás decir que has estado en Praga si no lo has comido. Seguimos con el gulash, un plato típico de toda Europa Central que en Praga bordan. Se trata de un estofado, generalmente de ternera aunque pueden hacerlo de cerdo, cocinado con pimientos, cebollas y pimentón. Se te saltarán las lágrimas a cada bocado. Tampoco puedes dejar de probar el knuckle, un codillo de cerdo cocinado de forma exquisita, para que quede tierno por dentro y crujiente por fuera. Olvidar el svícková sería un pecado imperdonable. De este lomo de ternera asado, acompañado de una salsa a base de zanahorias, perejil y crema, no vas a dejar ni el plato.

Todos estos deliciosos manjares los vas a encontrar en el plato siempre con alguno de estos típicos y deliciosos acompañamientos. Los knedlíki son el equivalente a nuestro pan. Son como albóndigas hechas a base de  patata y pan rallado, y se sirven en rodajas para acompañar muchos de los guisos checos. También parecido al pan, es el bramborák, que son tortitas fritas hechas a base de patata, harina,leche y cebolla. Ambos son riquísimos y están pensados para que no quede una gota de salsa en plato. Otro acompañamiento típico es el churcrut, col o repollo fermentado, tan delicioso como sano.

Después de las tapas, las sopas, los platos fuertes y sus acompañamientos, solo nos queda un toque dulce para tener un menú cinco estrellas. El palacinky es un crepe relleno de mermelada, fruta asada o helado y el ovocné knedlíky, que a veces incluso se toma como plato principal, es fruta envuelta en pasta recubierta de azúcar y servida con mantequilla acompañada por queso fresco; son solo dos de los muchos y ricos postres que hay que probar.

Y ya solo queda decir ¡Bon apetit! 

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